El routesetting es el proceso de diseñar y crear rutas de escalada en un muro artificial. Los routesetters son las personas encargadas de esta tarea y tienen como objetivo establecer recorridos que desafíen a los escaladores tanto física como mentalmente. Este proceso incluye varias etapas y consideraciones:
- Diseño y Planificación: Antes de colocar las presas en el muro, los routesetters planifican la vía. Consideran el nivel de dificultad deseado, el tipo de movimientos y la fluidez de la escalada. También piensan en la seguridad y en la variedad de estilos, como movimientos dinámicos, técnicos, de fuerza o de equilibrio.
- Selección de Presas: Los routesetters eligen las presas adecuadas para la vía. Hay una amplia variedad de presas, que varían en tamaño, forma y textura. La elección de las presas influye directamente en el tipo de movimientos que la vía requerirá.
- Colocación de Presas: Utilizando herramientas como taladros de impacto o atornilladoras, los routesetters fijan las presas al muro. Este es un proceso creativo y técnico, ya que deben asegurarse de que cada presa esté colocada de manera segura y que contribuya a la secuencia deseada de movimientos.
- Prueba y Ajustes: Una vez colocadas las presas, los routesetters prueban la vía. Esto implica escalarla varias veces para asegurarse de que la dificultad sea la adecuada y que los movimientos fluyan bien. Basándose en estas pruebas, pueden ajustar la posición de las presas o cambiar algunas si es necesario.
- Mantenimiento y Actualización: Las vías no son permanentes. Los routesetters regularmente cambian las vías para mantener el muro interesante y desafiante para los escaladores habituales. Esto también ayuda a evitar el desgaste excesivo de las presas y el muro.
El routesetting es fundamental para la escalada en rocódromo porque mantiene la experiencia de escalada renovada y emocionante, adapta los retos a diferentes niveles de habilidad y promueve la mejora continua de los escaladores.
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